miércoles, 3 de noviembre de 2010

CON EL CORAZON EN LA MANO HOY VENGO A TU DESPEDIDA

Así con el corazón en la mano, te despido. No quiero que sigas siendo parte de mi realidad. Primero, me deslumbraste y te quería en mi vida porque te amaba. Cuando me dejaste, empecé a necesitarte en mi realidad. Sentía que yo no ERA sin vos. Cuando te deje, te necesitaba en mi vida, para la revancha. Para saber que vos me habías dejado y, ahora que te dejaba yo, vos me buscabas, era mi resarcimiento.
Este ultimo tiempo, no entendía muy bien para qué te necesitaba. Pensé varias hipótesis.
Podía seguir siendo la revancha, saber que vos me habías roto el corazón, mancillado el orgullo herido mi dignidad, y ahora era tanta tu impotencia que me agredías.
Podía ser que tus ataques hicieran que las personas que amo me protegieran, y eso siempre quise protección.
Y, por ultimo, simple venganza, yo había sufrido ahora vos también.
Y quise curarme.
Vos no me hiciste nada, me lo hice yo porque te lo permití. Mi corazón, mi orgullo y mi dignidad son míos, y nadie hace con ellos nada que yo no quiera. Mi corazón solo quiere lindos sentimientos, no quiere rencores, odios o desprecios. Mi orgullo me indica que yo SOY, y no puedo permitir que estés en mi realidad, para sanarlo, porque entonces no es orgullo, es arrogancia. Mi dignidad, impide que siga necesitando ESO (los insultos) para sentirme bien. Tengo amor, mucho amor, de mi hija, de mis amigos, de mi pareja, no hace falta nada más.
No necesito que nadie me proteja, yo SOY, yo me protejo y protejo a quienes amo.
La venganza no es placer de dioses, es mala, como dice el Chavo “la venganza nunca es buena mata el alma y la envenena”. Yo quiero mi alma llena de luz, de cosas lindas.
Ya no me reflejo en vos para SER, ya me encontré y sane. Ya no te quiero en mi realidad. Te saco de ella.
Te ame, te sufrí y hoy, con el corazón en la mano, te despido.

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