lunes, 15 de noviembre de 2010

Amarilis Afrodita



"¿Cómo se llamaba?" preguntó sin dejar de mirar la foto. "Amarilis Afrodita". Con un retundo "la llevo", desembolsó una pequeña fortuna y cargó con la coqueta maceta que albergaría su última esperanza. En su casa lo esperaba aquella nota escueta que no le hubiera hecho falta leer. Sus ausencias y desatenciones lo convertían en un hombre solo. Durante tres meses, cuidó de aquel bulvo devotamente. Cuando por fin el capullo comenzó a abrirse, tomó la maceta y partió a su encuentro. "La planté el día que te fuiste" le dijo extendiendo su ofrenda. La expresión de la Bióloga disipó sus dudas. Había triunfado.

viernes, 12 de noviembre de 2010

El veneno de Riganti parte 2

El cuerpo de Riganti temblaba entre mis piernas y literalmente me sentía como una araña que se iba a comer al macho después de aparearse.

Ese día todo había cambiado, yo había mutado mi realidad. De repente me sentía con todo el poder de manejar una situación. Dejar de ser la simple empleada que siempre pasa desapercibida para convertirme en la hembra ardiente que pronto iba a ejecutar a su víctima.

Que locura jamás me había interesado Riganti y desde hacia horas no podía dejar de pensar en el.

Cuando el edificio quedó casi vacío me dirigí a su oficina. Sin mediar casi palabras, me senté en su falda y con una destreza magistral, de la cual quiero aclarar hasta me sorprendí, lo desvestí y comencé a hacerle pasar una de las mejores tardes de este último tiempo.

Lo sentía nervioso. Notaba los vellos de sus brazos erizados. y eso me excitaba más. Riganti pasó a ser mi objeto de deseo. Y me procuré darle el placer que él merecía.

Lo sorprendente del caso, es que él también se convirtió en ese amante que estaba buscando… no se cuando los roles se cambiaron pero de pronto fui yo la que me sentí devorada por él… el veneno de ese hombre me estaba empezando a hacer efecto… y no quería tener después que recurrir a ningún antídoto.

Era el momento de vestirme y salir…

martes, 9 de noviembre de 2010

ESPIRALES

cadera3
Si yo fuera ese grano en tu cadera me quedaría ahí, más que varios días – me dijo así, sin pensar casi, luego de ver mi inútil preocupación por esos pequeños puntos rojos que no se iban…
Me quedé regulando, entre el baño y la biblioteca; entre el espadol y el maquillaje…
Entonces… me rescato que la magia está en el aire, en el tiempo, en el instante menos esperado.
Y se me abren mundos que desconozco, bien de esta tierra, de esta realidad.
Y gozo… con haber llegado hasta acá, con la cara limpia de tanto lavarla, con el alma repleta de historias inconclusas, con miles de preguntas sin respuestas y miles de placeres recibidos y dados.
De repente… le encuentro un lugar a cada cosa, que ordenaré cuando tenga ganas.
Mientras tanto, se despliegan mecanismos impensados por mi mente tan mental, que recorren la enorme superficie de ese cuerpo querido y deseado, que contiene una energía que detona al simple contacto del link de mi piel.
Y percibo… que ese universo tan distinto, que siempre me mantuvo tan alerta, es mi universo también.
Entonces me sereno. Y disfruto de las incógnitas harto conocidas, mientras veo crecer los papiros y tu amor dentro de mis entrañas.
Así es que… prendo varios espirales todas las noches, para que lo único que me pique sea tu envolvente pasión… Y que sólo me rasque para despertar del sueño entre tus brazos.
Cla9
16/01/2010

sábado, 6 de noviembre de 2010

DOS

Sin espejo como guía, (sabemos escondernos de aquello que nos atormenta) , había decidido utilizar su vestido mejor.. ese negro que las maravillas de la óptica le hacía reducir lo que el infortunio de la realidad le impedía.
Maquillada para la ocasión, y rodeada del mas exquisito aroma francés que pudiera imaginar.. creía poder olvidar que odiaba en su cuerpo las marcas le dejaban sus excesos, (O tal vez, pensaba que los demás lo hacían.)
Se decía en su silencio una y otra vez que podía controlarlo, que era ella quién decidía cuándo, intentando convencer a propios y extraños.... pero sabía desde sus tristezas que no era capaz de evitar sucumbir a las delicias que la acompañaban desde la infancia, y esa noche.....rodeada de extraños, de los de siempre.. no iba a ser la excepción.. iba a controlarlo.. iba a medir su insaciable necesidad, su pecado mas cruel, ante desafiantes miradas cruzadas que le hacían recordar desde susurros que intentaba en vano desatender que había nacido esclava de sus deseos.
La noche se hacía interminable (.. tanto como esa sensación infinitamente lejana de la saciedad que la acompañaba desde siempre...) y ante cada ofrecimiento.. ante cada deleite frente a sus ojos.. sentía como se diluían sus pensamientos de rectitud y su propia mente la traicionaba aceptando una, otra y otra vez.... sabiendo que en cuanto estuviera de vuelta.. en cuanto pudiera despojarse a solas de su negra y perfumada carcel se entregaría a sus placeres hasta terminar con todo aquello que encontrara en su camino..
Pasaban las horas.... y había creido ser mas que sus moldes.. hacía rato no aceptaba un bocado mas.. su gran amiga merecía su comportamiento.. merecía no tener un desagradable epicentro en su fiesta.. (su racionalidad lo sabía.. y parecía haberla llevado a controlarse, a creer que era capaz de disfrutar la velada sin ese sentimiento en la garganta)
Pero finalmente volvió.. su “Dantesco tercer círculo” había terminado para ella esa noche... ya no necesitaba pagar las penas de sus excesos, ya no tenía que explicar sus decisiones.. ni a ella misma, ni a nadie mas... estaba finalmente entregada a sus mas bajos instintos,.. con la única luz que necesitaba para sentirse plena.. la de su heladera abierta.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

CON EL CORAZON EN LA MANO HOY VENGO A TU DESPEDIDA

Así con el corazón en la mano, te despido. No quiero que sigas siendo parte de mi realidad. Primero, me deslumbraste y te quería en mi vida porque te amaba. Cuando me dejaste, empecé a necesitarte en mi realidad. Sentía que yo no ERA sin vos. Cuando te deje, te necesitaba en mi vida, para la revancha. Para saber que vos me habías dejado y, ahora que te dejaba yo, vos me buscabas, era mi resarcimiento.
Este ultimo tiempo, no entendía muy bien para qué te necesitaba. Pensé varias hipótesis.
Podía seguir siendo la revancha, saber que vos me habías roto el corazón, mancillado el orgullo herido mi dignidad, y ahora era tanta tu impotencia que me agredías.
Podía ser que tus ataques hicieran que las personas que amo me protegieran, y eso siempre quise protección.
Y, por ultimo, simple venganza, yo había sufrido ahora vos también.
Y quise curarme.
Vos no me hiciste nada, me lo hice yo porque te lo permití. Mi corazón, mi orgullo y mi dignidad son míos, y nadie hace con ellos nada que yo no quiera. Mi corazón solo quiere lindos sentimientos, no quiere rencores, odios o desprecios. Mi orgullo me indica que yo SOY, y no puedo permitir que estés en mi realidad, para sanarlo, porque entonces no es orgullo, es arrogancia. Mi dignidad, impide que siga necesitando ESO (los insultos) para sentirme bien. Tengo amor, mucho amor, de mi hija, de mis amigos, de mi pareja, no hace falta nada más.
No necesito que nadie me proteja, yo SOY, yo me protejo y protejo a quienes amo.
La venganza no es placer de dioses, es mala, como dice el Chavo “la venganza nunca es buena mata el alma y la envenena”. Yo quiero mi alma llena de luz, de cosas lindas.
Ya no me reflejo en vos para SER, ya me encontré y sane. Ya no te quiero en mi realidad. Te saco de ella.
Te ame, te sufrí y hoy, con el corazón en la mano, te despido.